Oh el chicle con el antibacteriano y el atenolol hierro y leche yogures

martes, 18 de diciembre de 2018

Biblia Vox dei y estudios varios sobre la Biblia





dibujo de la calle por el barrio de Boulogne



Biblia Vox dei
y estudios varios sobre la Biblia 
en estos tiempos raros
algo pasa y esto dice mas de lo que creen unos cuantos
ayudemos los que seamos buenos a pesar de nuestros demonios
y quiza si es cierto lo que se oye
se podra rescatar algo de esta humanidad
sucia de tanto sucio
ojala





dibujo por Boulogne

Willy Quiroga Vox Dei - Génesis

 


https://www.youtube.com/watch?v=JqaHjhtyUXc

 

Willy Quiroga Vox Dei - Génesis (GRAN REX 02.12.16)


https://www.youtube.com/watch?v=JqaHjhtyUXc

Génesis
Vox Dei

Cuando todo era nada, era nada el principio
Él era el principio y de la noche hizo luz
Y fue el cielo y esto que esta aquí
Hubo tierra, agua, sangre, flores
Todo eso y también tiempo
Claramente digo que ese fue el mundo del hombre
Y así fue, así
Hombre que te miras en las aguas para ver quien sos
Mírame si quieres verte porque imagen mía sos
Ya lo hiciste, vive solo hoy
Hubo pueblos y países y hubo hombres con memoria
Claramente digo que ese fue el mundo del hombre
Y se contaron todas estas cosas
Y fue así, así

El Antiguo Testamento: El Pentateuco

Introducción
El Pentateuco, o, según lo llaman los judíos, el Libro de la Ley (Torah), encabeza los 73 libros de la Biblia, y constituye la magnífica puerta de la Revelación divina. Los nombres de los cinco libros del Pentateuco son: el Génesis, el Exodo, el Levítico, los Números, el Deuteronomio, y su fin general es: exponer cómo Dios escogió para sí al pueblo de Israel y lo formó para la venida de Jesucristo; de modo que en realidad es Jesucristo quien aparece a través de los misteriosos destinos del pueblo escogido.


El autor del Pentateuco es Moisés, profeta y organizador del pueblo de Israel, que vivió en el siglo XV o XIII antes de Jesucristo. No solamente la tradición judía sino también la cristiana ha sostenido siempre el origen mosaico del Pentateuco. El mismo Jesús habla del "Libro de Moisés" (Mc., 12, 26), de la "Ley de Moisés" (Lc., 24, 44), atribuye a Moisés los preceptos del Pentateuco (cf. Mt., 8, 4; Mc., 1, 44; 7, 10; 10, 5; Lc. 5, 14; 20, 28; Juan 7, 19), y dice en Juan 5, 45: "Vuestro acusador es Moisés, en quien habéis puesto vuestra esperanza. Si creyeseis a Moisés, me creeríais también a Mí, pues de mí escribió él".


Fundada en estos argumentos, la Pontificia Comisión Bíblica el 27 de junio de 1906 ha determinado, con toda su autoridad, la integridad y genuinidad de los Libros de Moisés, admitiendo, sin embargo, la posibilidad de que Moisés se haya servido de fuentes existentes, y la otra, de que el Pentateuco en el decurso de los siglos haya experimentado ciertas variaciones como, por ejemplo: adiciones accidentales después de la muerte de Moisés, ora hechas por un autor inspirado, ora introducidas en el texto a modo de glosas y comentarios, sustitución de palabras y formas arcaicas; variantes debidas a los copistas, etc.




La misma Pontificia Comisión Bíblica ha inculcado, el 30 de junio de 1909, el carácter histórico de los primeros tres capítulos del Génesis, estableciendo que los sistemas inventados para excluir de éstos el sentido literal, no descansan en fundamentos sólidos.


Todos los ataques de la crítica moderna contra la autenticidad y el carácter histórico de los libros de Moisés han fracasado, especialmente los intentos de atribuir el Pentateuco a tres o cuatro autores distintos (Elohista, Jahvista, Código sacerdotal, Deuteronomio) y la teorías de la escuela evolucionista de Wellhausen, que en el Pentateuco no ve más que un reflejo de ideas y mitologías babilónicas, egipcias, etc. Una comparación exacta de los relatos bíblicos con los extrabíblicos demuestra, muy al contrario, la superioridad absoluta de aquéllos sobre éstos que, en general, no son sino pobres y desfigurados restos de la Revelación primitiva.


Las fechas que los críticos asignan a los diversos autores por ellos inventados se basan únicamente en suposiciones. Según ellos, en la historia del texto del Pentateuco hubo "no sólo infinidad de elaboraciones, refundiciones y redacciones, sino también invenciones a sabiendas, retoques, correcciones y adiciones tendenciosas, interpolaciones, falsificaciones literarias y piadosos embustes del género más sospechoso. Los críticos moderados hacen esfuerzos convulsivos para salir del dilema: unos dicen que no hay derecho a aplicar a los tiempos antiguos los conceptos actuales de la propiedad y actividad literaria; otros opinan que el fin santifica los medios, y declaran que la alternativa de obra de Moisés u obra de un "falsario", carece de sentido, o hablan con énfasis de la profundidad de la sabiduría divina, cuyos caminos no nos es dado conocer sino admirar; mas con estas escapatorias no logran poner en claro cómo una mala compilación, así elaborada por los hombres, pudo llegar a los honores de Libro sagrado" (Schuster-Holzammer).
Han, pues, de rechazarse todas las teorías que niegan el origen mosaico y carácter histórico del Pentateuco, no sólo porque están en pugna con las reglas de una sana crítica, sino también porque niegan la inspiración divina de la Escritura.


 



Génesis significa "generación" u origen. El nombre nos indica que este primer libro de la Revelación contiene los misterios de la prehistoria y los comienzos del Reino de Dios sobre la tierra. Describe, en particular, la creación del universo y del hombre, la caída de los primeros padres, la corrupción general, la historia de Noé y el diluvio. Luego el autor sagrado narra la confusión de las lenguas en la torre de Babel, la separación de Abraham de su pueblo y la historia de este patriarca y de sus descendientes: Isaac, Jacob, José, para terminar con la bendición de Jacob, su muerte y la de su hijo José. En esta sucesión de acontecimientos históricos van intercaladas las grandes promesas mesiánicas con que Dios despertaba la esperanza de los patriarcas, depositarios de la Revelación primitiva.


Exodo, es decir, "salida", se llama el segundo libro, porque en él se narra la historia de la liberación del pueblo israelita y su salida de Egipto. Entre el Génesis y el Exodo median varios siglos, es decir, el tiempo durante el cual los hijos de Jacob estuvieron en el país de los Faraones. El autor sagrado describe en este libro la opresión de los israelitas; luego pasa a narrar la historia del nacimiento de Moisés, su salvamento de las aguas del Nilo, su huida al desierto y la aparición de Dios en la zarza. Refiere después, en la segunda parte, la liberación misma, las entrevistas de Moisés con el Faraón, el castigo de las diez plagas, el paso del Mar Rojo, la promulgación de la Ley de Dios en el Sinaí, la construcción del Tabernáculo, la institución del sacerdocio de la Ley Antigua y otros preceptos relacionados con el culto y el sacerdocio.


Levítico es el nombre del tercer libro del Pentateuco. Derívase la palabra Levítico de Leví, padre de la tribu sacerdotal. Trata primeramente de los sacrificios, luego relata las disposiciones acerca del Sumo Sacerdote y los sacerdotes, el culto y los objetos sagrados. Con el capítulo 11 empiezan los preceptos relativos a las purificaciones, a los cuales se agregan instrucciones sobre el día de la Expiación, otras acerca de los sacrificios, algunas prohibiciones, los impedimentos matrimoniales, los castigos de ciertos pecados y las disposiciones sobre las fiestas. En el último capítulo habla el autor sagrado de los votos y diezmos.





Números es el nombre del cuarto libro, porque en su primer capítulo refiere el censo llevado a cabo después de concluida la legislación sinaítica y antes de la salida del monte de Dios. A continuación se proclaman algunas leyes, especialmente acerca de los nazareos, y disposiciones sobre la formación del campamento y el orden de las marchas. Casi todos los acontecimientos referidos en los Números sucedieron en el último año del viaje, mientras se pasan por alto casi todos los sucesos de los treinta y ocho años precedentes. Descuellan algunos por su carácter extraordinario; por ejemplo, los vaticinios de Balaam. Al final se añade el catálogo de las estaciones durante la marcha a través del desierto, y se dan a conocer varios preceptos sobre la ocupación de la tierra de promisión.


El Deuteronomio es, como expresa su nombre, "la segunda Ley", una recapitulación, explicación y ampliación de la Ley de Moisés. El gran profeta, antes de reunirse con sus padres, desarrolla en la campiña de Moab en varios discursos la historia del pueblo escogido inculcándose los divinos mandamientos. En el primero (1-4, 43), echa una mirada retrospectiva sobre los acontecimientos en el desierto, agregando algunas exhortaciones prácticas y las más magníficas enseñanzas. En el segundo discurso (4, 44-11, 32) y en la parte legislativa (caps. 12-26), el legislador del pueblo de Dios repasa las leyes anteriores, haciendo las exhortaciones necesarias para su cumplimiento, y añadiendo numerosos preceptos complementarios. Los dos últimos discursos (cap. 27-30) tienen por objeto renovar la Alianza con Dios, lo que, según las disposiciones de Moisés, ha de realizarse luego de entrar el pueblo en el país de Canaán. Los capítulos 31-34 contienen el nombramiento de Josué como sucesor de Moisés, el cántico profético de éste, su bendición, y una breve noticia sobre su muerte. El Deuteronomio es, según dice S. Jerónimo, "la prefiguración de la Ley evangélica" (Carta a Paulino).




 

Libros Sapiensiales Vox Dei





https://www.youtube.com/watch?v=4qYeypDYu-4


Libros Sapiensiales
Vox Dei

De sol a sol
Labrando tierra tendrás tu pan
Todos los ríos van al mar
Pero es que nunca se llenarán

Todos los ríos

Siempre volverán a donde salieron

Para comenzar a correr de nuevo
Lo que siempre fue lo mismo será
Lo que siempre hicieron repetirán


No olvidar
Lo que ves ya se ha visto ya
Tal vez un día lo sabrás
Todo tiene un tiempo bajo el sol

Porque habrá siempre
Tiempo de plantar y de cosechar
Tiempo de hablar también de callar
Tiempo para guerra y tiempo de paz
Tiempo para el tiempo y un rato más




https://www.youtube.com/watch?v=4qYeypDYu-4
Willy Quiroga Vox Dei - Libros sapienciales (GRAN REX 02.12.16)


El Antiguo Testamento
Los Libros Poéticos o Sapienciales
Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés
El Cantar de los Cantares
Sabiduría
Eclesiástico

A los libros históricos sigue, en el Canon del Antiguo Testamento, el grupo de los libros llamados didácticos (por su enseñanza) o poéticos (por su forma) o sapienciales (por su contenido espiritual), que abarca los siguientes libros: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría, Eclesiástico. Todos éstos son principalmente denominados libros sapienciales, porque las enseñanzas e instrucciones que Dios nos ofrece en ellos, forman lo que en el Antiguo Testamento se llama Sabiduría, que es el fundamento de la piedad. Temer ofender a Dios nuestro Padre, y guardar sus mandamientos con amor filial, esto es el fruto de la verdadera sabiduría. Es decir, que si la moral es la ciencia de lo que debemos hacer, la sabiduría es el arte de hacerlo con agrado y con fruto. Porque ella fructifica como el rosal junto a las aguas (Ecli. 39, 17).
Bien se ve cuán lejos estamos de la falsa concepción moderna que confunde sabiduría con el saber muchas cosas, siendo más bien ella un sabor de lo divino, que se concede gratuitamente a todo el que lo quiere (Sab. 6, 12 ss.), como un don del Espíritu Santo, y que en vano pretendería el hombre adquirir por sí mismo. Cf. Job 28, 12 ss. La Liturgia cita todos estos libros, con excepción del de Job y el de los Salmos, bajo el nombre genérico de Libro de la Sabiduría, nombre con que el Targum judío designaba el Libro de los Proverbios (Séfer Hokmah).
Los libros sapienciales, en cuanto a su forma, pertenece al género poético. La poesía hebrea no tiene rima, ni ritmo cuantitativo, ni metro en el sentido de las lenguas clásicas y modernas. Lo único que la distingue de la prosa, es el acento (no siempre claro), y el ritmo de los pensamientos, llamado comúnmente paralelismo de los miembros. Este último consiste en que el mismo pensamiento se expresa dos veces, sea con vocablos sinónimos (paralelismo sinónimo), sea en forma de tesis y antítesis (paralelismo antitético), o aún ampliando por una u otra adición (paralelismo sintético). Pueden distinguirse, a veces, estrofas.
Al género poético pertenece también la mayor parte de los libros proféticos y algunos capítulos de los libros históricos, p. ej. la bendición de Jacob (Gén. 49), el cántico de Débora (Jueces 5), el cántico de Ana (I Rey. 2), etc.





Libros Sapienciales - Vox Dei


https://www.youtube.com/watch?v=eHpxaC2jttk

Moisés Vox Dei





 https://www.youtube.com/watch?v=U1_AxSnVeB8


Moisés
Vox Dei

Niño que flotas en las aguas
Niño, niño, niño, niño
Niño que te salvan de las aguas
¿Por qué te salvan, niño, niño?

¿De dónde traes ese niño?
¿De dónde lo traes? Dímelo, río
Aguas frescas, niño, niño
Río mio, tibio niño

¿Por qué te salvan, niño del río?
Es que quizás no debas morir
¿Por qué te salvan, niño del río?
Es que quizás debas vivir

Aguas frescas para un niño
Aguas frescas de este rio
Aguas frescas para un niño
Aguas frescas de este rió

Ahora que eres hombre, yo te llamo para darte
Un grande mensaje que a la gente debes dar

Ven y vuelve pronto que te espero para hablarte
Ya llego el momento, nos tenemos que encontrar

No debes buscarme, yo estaré en cualquier parte
Pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha
Pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha, pha
Ya llego el momento nos tenemos que encontrar

Sol, quiero verte, quiero verte
Y te voy a buscar
Sol, quiero oírte, quiero oírte
Y te voy a escuchar

Camino, camino, camino, camino





Moises - Vox Dei


https://www.youtube.com/watch?v=U1_AxSnVeB8



Descripción: https://assetsnffrgf-a.akamaihd.net/assets/m/2013089/univ/art/2013089_univ_lsr_lg.jpg
 TEMA DE PORTADA: MOISÉS, UN HOMBRE DIGNO DE IMITAR
¿Quién fue Moisés?
https://www.jw.org/es/publicaciones/revistas/wp20130201/qui%C3%A9n-fue-mois%C3%A9s/

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¿Qué imagen de Moisés le viene a la mente cuando oye su nombre?
  •  El bebé a quien su madre colocó en una canasta y dejó en el río Nilo.
  •  El joven que fue criado rodeado de lujos por la hija del faraón de Egipto pero nunca olvidó que era israelita.
  •  El hombre que fue pastor en Madián por cuarenta años.
  •  El hombre que conversó con Jehová * frente a una zarza ardiente.
  •  El hombre que hizo frente al rey de Egipto y le exigió que liberara a los israelitas de la esclavitud.
  •  El hombre que anunció al desafiante faraón las diez plagas.
  •  El hombre que dirigió a los israelitas en su gran éxodo de Egipto.
  •  El hombre a quien Dios usó para dividir las aguas del mar Rojo.
  •  El hombre que entregó a los israelitas los Diez Mandamientos en nombre de Dios.
MOISÉS tuvo todas esas vivencias y más. No es de extrañar que este hombre fiel sea tan respetado por cristianos, judíos y musulmanes.
Sin lugar a dudas, Moisés fue un profeta que realizó actos imponentes (Deuteronomio 34:10-12). Pero aunque Dios lo utilizó de esa manera, no era más que un simple ser humano. Era un “hombre de sentimientos semejantes a los nuestros”, tal como el profeta Elías, quien apareció junto a él en una visión que tuvo lugar en los días de Jesús (Santiago 5:17; Mateo 17:1-9). Moisés pasó por muchos de los problemas que afrontamos hoy, y los superó con éxito.
¿Le gustaría saber cómo lo logró? Analicemos tres de sus grandes virtudes y veamos cómo podemos imitarlas.





Moisés

Para otros usos de este término, véase Moisés (desambiguación).
Moisés
מֹשֶׁה
https://es.wikipedia.org/wiki/Mois%C3%A9sDescripción: 'Moses' by Michelangelo JBU140.jpg
Moisés, por Miguel Ángel, 1513-1515.
San Pietro in Vincoli, Roma.
Profeta
Nombre
מֹשֶׁה
Nacimiento
Padres
Hijos
Gershom y Eliezer Descripción: Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento
Venerado en
Canonización
Culto inmemorial
Festividad
4 de septiembre (rito romano)4
Moisés es una figura importante para las religiones abrahámicas, donde se le venera como profeta, legislador y líder espiritual. Es un hebreo que creció como un príncipe egipcio. En hebreo su nombre es Moshé (מֹשֶׁה).5​ También llamado Moshe Rabbenu en hebreo (מֹשֶׁה רַבֵּנוּ, lit. "Moisés nuestro Maestro"), es el profeta más importante en el judaísmo. También es un profeta importante en el cristianismo, el islam y el bahaísmo y otras religiones abrahámicas.
Las referencias fundamentales acerca de Moisés se hallan en las Sagradas Escrituras del monoteísmo (Torá, Antiguo Testamento, Corán). Para el judaísmo, Moisés es el hombre encomendado por Dios para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto y conducir el Éxodo hacia la Tierra prometida, siendo por ello el primer profeta y legislador de Israel. Según la tradición bíblica, Moisés era descendiente de Leví, transmitió la Ley al pueblo hebreo y sentó las bases para el sacerdocio y el culto israelita. La tradición judeocristiana atribuye a Moisés la autoría de los cinco primeros libros bíblicos (Pentateuco).6​En cuanto a evidencia material extra-bíblica acerca de Moisés, los arqueólogos carecen de ella. Fuera del marco de la creencia, la falta de objetos que permitirían corroborar o incluso evaluar la validez de los textos bíblicos, genera hipótesis y conjeturas diversas.

Índice

Nombre de Moisés

M-S-S,7​ Moisés
en jeroglífico


Los padres de Moisés. Óleo. Isaak Asknaziy. 1891. Museo Estatal Ruso.
Tradicionalmente, el origen del nombre Moisés está relacionado con la noción del agua, tanto en las fuentes egipcias como en las hebreas. En la antigua lengua egipcia el sufijo mses tenía el valor de "engendrado por" (entregado o librado por); al mismo solía anteponerse la fuente de origen o creación.8​ Moisés significaría inicialmente "entregado por las aguas", debiéndose ello a que el infante hebreo fue hallado en ellas, por lo que las aguas del río Nilo fueron interpretadas como su origen.
La narración del Libro del Éxodo tiende a sugerir una idea semejante, donde la acción de engendrar da lugar a aquella de salvar: «Y cuando el niño [Moisés] creció, ella [su madre biológica] lo trajo a la hija del Faraón, la cual lo prohijó [es decir, lo recibió y adoptó], y le puso por nombre Moisés, diciendo: "Porque de las aguas lo saqué"» (2:10).9
A partir de ello tradicionalmente se atribuye al nombre Moisés el significado de "salvado de las aguas".10​ En su registro conocido como las Antigüedades judías (93-94 d.C.), el historiador judeorromano Flavio Josefo reafirma lo expresado por la Biblia, recurriendo además a la etimología egipcia, para finalmente confirmar que el nombre Moisés significa "salvado de las aguas".11
Como nombre, Moisés se relaciona con la noción del agua y no sólo en sentido pasivo, dado que la tradición del pueblo hebreo de quien fuera "salvado" hizo un salvador y en aquel por las aguas "librado" encontró su libertador (es decir, quien lo liberó de la esclavitud en Egipto).12​ De ahí que el nombre Moisés en hebreo es pronunciado Moshé, forma activa que denomina tanto a líder de los israelitas como a quien actuará como representante de ellos ante Yahvéh y, finalmente, los proveerá de la Ley. Moshé es emisario de la voluntad divina y por consiguiente entendido como proveedor o dador tanto de la libertad del pueblo israelita como de "los diez grandes preceptos" a ser desde entonces observados.13

Moisés según el texto bíblico

La historia de la vida de Moisés es narrada en la Biblia, específicamente en la Torá (primera parte del Tanaj y en el Pentateuco (Libros del Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, todos pertenecientes al Antiguo Testamento). El texto bíblico narra cómo Moisés lideró la salida de los hebreos de Egipto y recibió los Diez Mandamientos de manos de Yahveh en el Monte Sinaí. La tradición sostiene que Moisés vivió 120 años.14

Nacimiento

En el Libro de Éxodo, el nacimiento de Moisés tuvo lugar cuando un indeterminado faraón egipcio había ordenado a las parteras (comadronas) que mataran a todo varón hebreo recién nacido, pero estas por temor a Dios no hicieron como se les mandó (cf. Éxodo 1:15-17). Según el mencionado libro, Moisés fue hijo de Amram (quien era miembro de la tribu de Leví y descendía de Jacob) y su esposa, Iojebed / Jocabed (cf. Éxodo 2:1; 6:20).15​ Moisés tuvo una hermana siete años mayor que él, Miriam, y un hermano tres años mayor que él, Aarón.16​ Según el Libro de Génesis, el padre de Amram, Coat, llegó a Egipto junto con setenta miembros del grupo de descendientes de Jacob, por lo que Moisés era parte de la segunda generación de israelitas nacidos en Egipto.17
Iojebed dio a luz a un pequeño, y lo escondió durante los tres primeros meses.18​ Cuando no pudo ocultarlo más, lo colocó en una cesta, embadurnada con barro en su interior y brea en el exterior para hacerla impermeable, y la llevó al Nilo.19​ La cesta con el bebé fue observada y seguida de cerca por Miriam hasta que la hija del faraón llegó al Nilo para bañarse.20

Miembro de la familia del faraón

Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/0/03/N%C3%AEmes_%2830%29_Cath%C3%A9drale_Frise_10.JPG/220px-N%C3%AEmes_%2830%29_Cath%C3%A9drale_Frise_10.JPG
Egipcio golpeando a un israelita delante de Moisés. Detalle de relieve escultórico de la catedral de Nimes, siglo XI.
La princesa egipcia mencionada por21​ descubrió la cesta y a Moisés dentro de ella. Miriam se acercó y consiguió que la princesa encargara que una hebrea amamantase y cuidase de la criatura; la hebrea en cuestión fue la propia madre de Moisés.16
Durante dos años Iojebed amamantó a Moisés y después la criatura le fue entregada a la princesa. Moisés fue criado como si fuese hijo de la princesa egipcia y el hermano menor del futuro faraón de Egipto.22
A través de la Mishná, la tradición hebrea conserva un relato de cómo Moisés, aún siendo una criatura perdió gran parte de su capacidad de hablar debido a un incidente que ocurrió ante el faraón en Egipto.23
Cuando Moisés se hizo adulto, observó el trabajo de los esclavos hebreos. Un día, al ver la brutalidad con la que un capataz egipcio maltrataba a un esclavo hebreo, Moisés acabó con la vida del egipcio, acto que lo condujo a tener que dejar Egipto.24

Pastor en Madián

En la tierra de Madián,25​ Moisés se detuvo en un paraje con un pozo y allí protegió a siete pastoras de una banda de otros pastores malintencionados.26​ El padre de las pastoras, Jetró, era sacerdote de Madián. Adoptó a Moisés como hijo suyo y le permitió que habitase en Madián; allí trabajó Moisés como supervisor y responsable principal de los rebaños.27
A su debido tiempo, Jetró también permitió que Moisés se casase con la mayor de sus hijas, Séfora.28​ Trabajando como pastor, Moisés vivió en Madián durante cuarenta años, tiempo durante el cual Séfora le dio un hijo, a quien Moisés llamó Gersón.29

Revelación en la zarza ardiente

Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/c/ce/Moses_Dura_Europos.jpg/220px-Moses_Dura_Europos.jpg
Moisés descalzo ante la zarza ardiente, con la mano de Dios que emerge del cielo.30​ Fresco parietal proveniente de la Sinagoga de Dura Europos, 244 d.C. Detalle. Museo de Damasco, Siria.
Según la narración bíblica, en cierta ocasión, Moisés llevó a su rebaño al monte Horeb,31​ y allí vio una zarza que ardía sin consumirse. Cuando Moisés intentó aproximarse para observar más de cerca aquella maravilla, Dios le habló desde la zarza, revelando su identidad e intención a Moisés:
No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. [...] Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. [...] Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus opresores, pues he conocido sus angustias. Por eso he descendido para librarlos de manos de los egipcios y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a una tierra que fluye leche y miel [...] Ven, por tanto, ahora, y te enviaré al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel. [...] "Yo soy el que soy".
Éxodo 3:5-14.32
En Éxodo 3, el Dios de Israel revela Su naturaleza ante Moisés.33
Yahvéh indica a Moisés que ha de regresar a Egipto y liberar a su pueblo de la esclavitud. Moisés expresa no ser el candidato para realizar tamaña encomienda y, además, recuerda que padece de una dificultad en el habla.34​ Yahvéh le asegura que le proporcionará todo el apoyo necesario para que lleve a cabo su obra.35

Las diez plagas sobre Egipto

Artículo principal: Diez plagas de Egipto
Moisés obedece y regresa a Egipto, donde es recibido por Aarón. Ambos organizan una reunión para informar a los israelitas sobre lo ocurrido y, luego de señales, revelaciones y proezas llevadas a cabo por Moisés, los hebreos lo seguirán como enviado que trae la palabra de Yahvéh.36
Lo más difícil fue persuadir al faraón para que dejase marchar a los hebreos, quienes no obtuvieron su permiso hasta que Yahvéh envió diez plagas sobre los egipcios.37​ Esta serie de eventos comenzó con el agua tornándose sangre y culminó con la muerte de todos los primogénitos egipcios, lo cual causó tal terror entre los egipcios que el faraón terminó por permitir que el esclavizado pueblo hebreo dejara finalmente Egipto.38

El éxodo hebreo

Artículo principal: Éxodo
Moisés lideró al pueblo israelita en dirección este, iniciando así la larga travesía hacia la tierra prometida. Partieron desde Ramesés hacia Sucot unos seiscientos mil hombres, sin contar los niños.39​ Llevaron consigo los restos de José, cumpliendo la voluntad de su predecesor.40
Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/90/Las_aguas_de_Moises_Rafael_Esteve_Vilella_after_Murillo.jpg/220px-Las_aguas_de_Moises_Rafael_Esteve_Vilella_after_Murillo.jpg
Las aguas de Moisés, imagen de Murillo, grabada por Rafael Esteve Vilella, 1839.41
La gran caravana de los hebreos se movía lentamente y tuvo que acampar tres veces antes de dejar atrás la frontera egipcia, establecida entonces en el Gran Lago Amargo o en la punta más septentrional del Mar Rojo.42
Entre tanto, el faraón cambió de opinión y, con un gran ejército, partió para recuperar sus esclavos.43​ Atrapados entre el ejército egipcio y el mar, los hebreos se desesperaron, pero Yahvéh dividió las aguas del Mar Rojo por mediación de Moisés, permitiendo a los israelitas cruzarlo con seguridad. Cuando los egipcios intentaron seguirlos, las aguas volvieron a su cauce, ahogando a todo el ejército egipcio.
Moisés en el Monte Sinaí. Óleo de Jean-Léon Gérôme, c. 1895.
Fecha del Éxodo. Aunque la Biblia no cita al faraón del Éxodo por su nombre, sí da la fecha exacta del Éxodo. En 1 Reyes 6, 1 se lee que Salomón comenzó a construir el Templo en el cuarto año de su reinado, 480 años después que los hijos de Israel salieron de Egipto. Se estima que el cuarto año del reinado de Salomón fue hacia el año 966 a.C.44​ A partir de ello la fecha de Éxodo podría haber sido 1446 a.C., cuando gobernaba Tutmosis III. No obstante, dado que el texto bíblico indica específicamente que los hebreos partieron de la ciudad llamada "Ramesés" hacia Sucot,45​ ciudades que no existían en tiempos de Tutmosis III y que datan del siglo XIII a.C., cuando Ramsés II gobernaba Egipto, en el campo de la investigación se considera el año 1250 a.C.46​ H.W.F. Saggs, profesor de lenguas antiguas, observa en sus escritos académicos que:
La mención de la ciudad de Ramesés en Éxodo 1:11 en tanto que localidad de almacenaje, construida en parte por los esclavos israelitas, ofrece de hecho un indicio cronológico, dado que [hoy] es sabido que Ramsés II construyó una ciudad, Per-Ramsés [i.e., Pi-Ramsés], la cual se corresponde con el nombre proporcionado por la Biblia. Ello tiende a posicionar la esclavitud [de los hebreos] en Egipto y su salida de ese país en el siglo XIII a.C. Es en ese mismo siglo que ocurre la primera mención extra-bíblica de Israel. Se trata de una inscripción del sucesor de Ramsés [II], Merenptah.47

Otorgamiento de la Ley

Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/2f/Tissot_Moses_and_the_Ten_Commandments.jpg/200px-Tissot_Moses_and_the_Ten_Commandments.jpg
Moisés con las Tablas de la Ley, por Tissot.48
Luego de transcurridos tres meses (Éxodo 19) desde que los hebreos habían salido de Egipto y durante la travesía por el desierto, Dios confirió los Diez Mandamientos directamente a Moisés y lo hizo en el monte Sinaí.49​ Según la tradición bíblica, Moisés subió a dicho monte a recibir las Tablas de la Ley. Estuvo en Sinaí durante cuarenta días, hasta que recibió de Dios, ya sea de hecho o bien por inspiración divina, dos tablas de piedra escritas con Su dedo (Deuteronomio 9:9-10, Éxodo 31:18).50
Las Tablas en cuestión recogían los Diez Mandamientos, leyes básicas de cumplimiento obligatorio para el pueblo hebreo.51​ Dado que las distintas tribus hebraicas:
Hasta entonces conservaban la fe en un Dios único y algunas costumbres que habían heredado de sus antepasados. Pero no poseían un concepto claro acerca de Dios [...], tampoco poseían leyes fijas sobre la vida social y moral. Habiendo residido en Egipto algunos de ellos copiaron allí ciertas costumbres paganas. Era necesario, por consiguiente, enseñar a los israelitas en qué consistía su verdadera fe y a qué leyes debían atenerse.49
Cuando Moisés bajó a notificar a su pueblo, descubrió que en su ausencia los israelitas habían fundido metales preciosos y construido un becerro de oro, a semejanza de un cuadrúpedo ídolo egipcio,52​ y comprendió que lo veneraban.53​ La eventual idolatría cometida por el pueblo provocó la ira de Dios e, indignado, Moisés montó en cólera y arrojó las Tablas de la Ley, destruyendo asimismo el ídolo de oro. Las prescripciones divinas no obstante serían reescritas y restablecidas por Moisés, siendo subsecuentemente adoptadas por el pueblo.
Al acercase Moisés al campamento, vio el ternero y las danzas. Se llenó de furor y arrojó las tablas, que se hicieron pedazos al pie. del monte
Éxodo 32:19
Iconográficamente, Moisés es representado como legislador del pueblo hebreo y portando las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos, siendo dichas Tablas su principal atributo en la creencia colectiva e imaginería visual tanto judía como cristiana.

Travesía por la península de Sinaí

La travesía por una serie de parajes inhóspitos de la gran masa de personas fue dura y muchos empezaron a dar rumores y a murmurar contra sus líderes (Moisés y Aarón), aduciendo que era mejor estar bajo el yugo egipcio que padecer las penurias de la travesía. Moisés realizó innumerables milagros para aplacar la dureza de la travesía y demostrar al pueblo de Israel que Yahveh los guiaba. Las manifestaciones divinas fueron pródigas.
Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/ac/File-Tintoretto%2C_Jacopo_-_Moses_Striking_Water_from_the_Rock_-_1577_-_122kb.jpg/220px-File-Tintoretto%2C_Jacopo_-_Moses_Striking_Water_from_the_Rock_-_1577_-_122kb.jpg
Tras golpearla con su vara, Moisés hace manar agua de la roca (cuadro por Tintoretto).54
Para alimentarlos, Yahveh hizo llover maná del cielo. Para beber, les dio múltiples fuentes de agua, como la fuente de agua amarga convertida en agua dulce. En tanto Yahveh ordenó a Moisés hablarle a una roca de una saldría gran cantidad de agua, Moisés golpeó la roca dos veces con su bastón, por eso llamaron a ese lugar Meriba, es decir discusión.
En su travesía por los desiertos, Israel lucha por primera vez contra los amalecitas, que eran un pueblo principal y vencen solo por la pujanza de Moisés. (Éxodo 17:8). Israel además vence a Arad, a los amorreos liderados por Sehón (Números, 21) y rodean tierras por donde no se les permite combatir ni se les da el paso, como es el caso de las tierras de Edom.
En el monte Sinaí, el pueblo judío fue organizado doctrinalmente por el sacerdocio menor de Aarón. Se les inculca estatutos, mandamientos y por sobre todo el desarrollar fidelidad a los convenios con Yahveh. Esta historia es contada en el Levítico.
En el mismo monte, Yahveh entrega el Decálogo de los Diez Mandamientos, pero al bajar Moisés junto a Josué, encuentra a su pueblo adorando un becerro de oro. Esta perversión a los ojos de Yahveh fue castigada con la muerte, así en el Éxodo se cuenta: «Y él les dijo: Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta á puerta por el campo, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres».55​ Situaciones como esta se sucederían varias veces en el trayecto hacia la tierra prometida.
Yahveh le volvió a dictar sus diez mandamientos y para transportar las sagradas escrituras, se construyó el arca de la alianza. Para portar dicha arca, se construyó el Tabernáculo, que sería el transporte del arca hasta que se llegara a la tierra prometida, donde se construiría un templo donde albergarla.
Ya cerca de la tierra prometida, Moisés encomienda a 12 espías el investigar y dar un reporte de las bondades de la tierra de promisión, pero al volver, 10 de los 12 espías dan un reporte sumamente desalentador sobre las gentes que moraban sobre estas tierras, inculcando miedo a las huestes armadas y por sobre todo desconfianza a las promesas de Yahveh. Debido a esto es aquí donde Dios castigó a Israel hablándole a Moisés y diciéndoles estas palabras:
«Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone y a Josué hijo de Nun... Conforme el número de los día, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo...»
Esta historia es contada en el libro de Números capítulo 13 y 14:26-35.
Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/49/Mount_Nebo-Siyagha%2C_Jordan_%282009%29.jpg/220px-Mount_Nebo-Siyagha%2C_Jordan_%282009%29.jpg
Monumento a Moisés en Monte Nebo, Jordania.
Según esos textos, Yahveh ―al ver el miedo de su pueblo elegido― prohibió la entrada de todo varón de guerra (mayores de 20 años) a la tierra de promisión, incluyendo al mismo Moisés a quien solo se le permitió verla desde lo alto de un monte (Nebo). Hay que aclarar, sin embargo, que la prohibición no incluía a los levitas (tribu a la que pertenecía Moisés), quienes no estaban registrados para la guerra, ni tampoco a Josué y Caleb, quienes sí mostraron fe en las promesas divinas. A Moisés no se le permitió entrar por un incidente posterior en el que se atribuyó crédito personal por un milagro de Yahveh (Números capítulo 20)
Ya estando cerca de Moab, Balac, rey de los moabitas ve venir a Israel por el margen oriental y teme del pueblo de Israel, manda a llamar a Balaam, adivino de Mesopotamia (Números 22) para que maldiga al pueblo de Israel; pero Yahveh envía a un ángel a interponerse en el camino de Balaam hacia el monte de Bamot-Baal y es persuadido a bendecir al pueblo israelita y lo hace tres veces a pesar de los deseos de Balac.
Finalmente, tras cuarenta años de vagar por el desierto, los hebreos de aquella generación murieron en el desierto (Éxodo 16: 35; Números 14: 33, 34: Deuteronomio 1: 1-3; 2: 7; 8: 2, 4).
Una nueva generación de hebreos libres, nacidos en el éxodo, llegaron a la Tierra Prometida y entraron por fin a ella guiados por Josué. Moisés, se le prohibió entrar a la Tierra prometida por desobedecer a Dios en Meriba por golpear la roca en vez de hablarle, permaneció con aquellos que no iban a entrar a las tierras prometidas y sabiendo que no estaba lejos la hora de su muerte, le pasó el mando a Josué. Josué cruza el río Jordán dejando atrás casi 40 años de permanencia en el desierto de Parán y una distancia recorrida cercana a los 1000 km (a razón de 25 km/años) desde que dejaron Pi-Ramsés en Egipto.
Cuando murió Moisés, a la edad de ciento veinte años, fue llorado por su pueblo durante treinta días y treinta noches.

Moisés en el judaísmo

Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/23/Illustration-haggadah-exodus.jpg/220px-Illustration-haggadah-exodus.jpg
Moisés lidera el Éxodo. Arte sefardí. Hagadá de Cataluña, siglo XIV.
La principal fuente en relación a Moisés es la Torá (Biblia hebrea), cuyos ejemplares son preservados en todas las sinagogas e instituciones israelitas. Dentro de los textos sagrados del judaísmo, particularmente importantes son los libros del Pentateuco, cuya redacción definitiva tuvo lugar en tiempos del monarca Josías, quien gobernó el Reino de Judá en el siglo VII a.C.56​ Existe además una multitud de otros tantos documentos, literatura, historias e información adicional sobre Moisés en las exégesis rabínicas conocidas como el Midrásh, así como en las compilaciones de textos más importantes de la ley oral judía, a los que se conoce como la Mishná y el Talmud.57
Tradicionalmente durante Pésaj (Pascua judía), y desde por lo menos la Edad Media, los observantes judíos leen el texto de la Hagadá, donde se narra el proceso de liberación de los hebreos de su esclavitud en Egipto y la intervención de Moisés en el mismo.

Moisés en el cristianismo

Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/0/00/Bouts_moses.jpg/220px-Bouts_moses.jpg
Moisés y la zarza ardiente. Dirk Bouts, 1450-1475.
Moisés es un precursor de Jesús, a menudo se los compara e indica que Moisés es considerado un profeta y por consiguiente portador de la palabra de Dios.58​ En el Evangelio, las enseñanzas y hechos de la vida de Jesús son comparados con aquellos de Moisés para explicar la misión de Jesús.
Moisés figura a su vez en varios de los mensajes de Jesús. Cuando conoce al fariseo Nicodemo por la noche, en el tercer capítulo del Evangelio de Juan, compara el alzado de la serpiente de bronce en el desierto, que cualquier hebreo podía mirar para ser curado, con su propia ascensión a los cielos (tras su muerte y resurrección) de modo que la gente lo vea y ser curada. En el sexto capítulo, Jesús responde a sus seguidores que Moisés hizo que cayera el maná en el desierto diciendo que no había sido él, sino Yahveh, quien había obrado el milagro. Llamándolo el «pan de la vida», Jesús afirma que ahora es él quien alimenta al pueblo de Yahveh. En la carta de Judas contiene una breve mención de una disputa entre el arcángel Miguel y el diablo por el cuerpo de Moisés.59
Iconográficamente, Moisés figura en relieves, mosaicos, manuscritos miniados, íconos, vitrales, pinturas y esculturas que responden a las diferentes expresiones de la fe cristiana. Moisés es además santo patrono de iglesias en el Monte Nebo, Venecia y Ámsterdam.

Moisés en el islam

Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/d/db/Musa_with_a_cane_in_his_hand.jpg/220px-Musa_with_a_cane_in_his_hand.jpg
El profeta Musa, con su rostro velado y portando el báculo en su mano. Khamsa-e-Nizami, 1489. Museo Nacional de Polonia, Cracovia.
En el Corán, el libro sagrado del Islam, la vida del profeta Moisés (Mûsâ ibn 'Imran, en árabe: ٰمُوسَى‎) se cita más que la de cualquier otro profeta (nabi) reconocido por los musulmanes ya que, junto con Abraham, es considerado uno de los profetas más importantes del monoteísmo previo a Mahoma.58​ El libro destaca que Moisés es una figura principalmente judía y establece pocas diferencias en relación a la creencia tanto de hebreos como de cristianos; afirma que Dios (en árabe Alá) le reveló el libro sagrado (la Tawrat, en árabe: توراة‎‎, forma del hebreo Torá) y numerosos relatos de la Biblia relacionados con Moisés se hallan incorporados al texto coránico60​.
Los musulmanes veneran el sepulcro de Moisés, al que denominan "Maqam El-Nabi Musa", que se encuentra en el territorio de Palestina, unos ocho kilómetros al sur de Jericó, en el camino a Jerusalén.6162

Iconografía

En la Historia del Arte, la figura de Moisés es frecuente tanto en el arte judío como en el cristiano; generalmente es representado como profeta con las Tablas de la Ley como principal atributo. Suele figurar como un hombre ya maduro, barbudo, portando una túnica hebrea y una vara o báculo en su mano. En imágenes que conciernen a la juventud de Moisés se lo representa con los atributos de un príncipe egipcio.63
Otro atributo singular de Moisés es la luminosidad que emerge de la piel de su rostro y que tiene su referente último en el texto bíblico, donde este concepto encuentra expresión mediante el haz de luz que hacía que resplandeciera el rostro de Moisés luego de haber estado éste en presencia del Creador. En términos visuales ello es a menudo expresado mediante dos haces de luz que parten desde la frente del hombre que se ha vuelto profeta.
La presencia de cuernos (en vez del empleo de un haz de luz) en el caso de las imágenes que involucran a Moisés se debe a un error de interpretación al traducirse la Biblia del hebreo al latín: la antigua expresión hebrea keren or (קָרַ֛ן עֹ֥ור),64​ que se refiere al estado replandeciente del rostro de Moisés, fue interpretada por Jerónimo de Estridón equivocadamente como "cuernos" e incluida como tal en la Vulgata;65​ ello dio lugar a un Moisés con cuernos en varias imágenes eclesiásticas del período gótico tardío, entre los siglos XIV a XVI.66​ No obstante, ello fue en su momento notado por la Iglesia y los cuernos en cuestión fueron a partir de entonces reemplazados por formas visualmente comparables a rayos de luz que en términos unívocos expresan la resplandecencia del rostro de Moisés.67
En el celebérrimo caso del Moisés de Miguel Ángel, el artista florentino recurrió a un par de cuernos no por ignorancia o falta de información, sino porque deseaba expresar la noción de que Moisés, luego de su encuentro con el Creador, se había transformado y ya no era meramente un hombre, sino un ser prácticamente sobrenatural debido al extraordinario papel que le tocaba desempeñar ante Dios.68
En la imaginería cristiana, tanto católica como ortodoxa, cuando se expresa la noción de santidad, Moisés puede a veces presentar una aureola en aquellas representaciones icónicas que le son propias.

Teorías e hipótesis sobre la historicidad de Moisés

Una parte de la historiografía69​ sugiere que Moisés nunca existió como figura histórica, y que el Éxodo es un mito.
Las referencias extrabíblicas sobre Moisés datan de muchos siglos después de la época en la que supuestamente vivió. Se desconoce si se basan únicamente en la tradición judía o si también han tomado aspectos de otras fuentes. Algunos autores judíos como Flavio Josefo y Filón de Alejandría o griegos como Diodoro Sículo señalan que es nombrado por autores griegos como Hecateo de Abdera, Alejandro Polyhistor, Manetón, Apión y Queremón de Alejandría; sin embargo, las obras de estos escritores se han perdido y solo sobreviven en citas. De ellos, el más notable es Manetón, un cronista y sacerdote egipcio helenizado del siglo iii a. C., quien nombra a Moisés en su obra sobre la historia de Egipto (Aigyptiaca), la cual solo se conserva en citas de autores judíos y cristianos. Manetón dice, según las citas, que Moisés no era judío, sino un sacerdote egipcio de nombre Osarsif. Este sacerdote era un rebelde que condujo un ejército de leprosos contra el faraón Amenofis (no se indica cuál de ellos) en complicidad con los Hicsos. Victoriosos al principio, fueron derrotados por Amenofis quien los expulsó de Egipto; después de ello Osarsif cambió su nombre a Moisés y los leprosos fundaron la ciudad de Jerusalén.70​ El relato de Manetón fue parcialmente aceptado en el siglo XIX y principios del XX por algunos autores como Schuré o Freud, quienes veían en él un recuerdo deformado del personaje histórico71​. Actualmente se acepta que es en parte un libelo antijudío y en parte un cuento popular sobre la época de los hicsos y el período de Amarna72​.
A la luz de lo descubierto sobre la historia y cultura egipcias, numerosos investigadores del siglo XX, como Kitchen, Noth y Albright, entre otros, han sugerido un trasfondo auténtico en el personaje.737475​ El principal argumento es que Moisés, al contrario de lo que dice la Biblia, es un nombre de origen egipcio que significa ‘hijo’ (aparece como "mosis", "moses" o "més" en las transcripciones, por ejemplo Tutmosis, hijo de Toth, o Ramsés, hijo de Ra); además, algunas leyes y costumbres rituales contenidas en la obra atribuida a Moisés, como el Arca de la Alianza, podrían rastrearse a mitos y ritos egipcios. Por otra parte, otros elementos, en especial el relato de su abandono en una cesta colocada en el río, se vinculaban con la leyenda mesopotámica de Sargón de Acad, 76​ que sería su fuente, y se comparaban con relatos similares en otros mitos sobre el origen del héroe, en especial el de Edipo.
Esta interpretación, corriente a mediados del siglo XX, fue sustituida por otra que, a la luz de los avances en arqueología, crítica biblica e historia, ponía en entredicho la propia existencia de Moisés o lo reducía a un nombre del pasado de Israel, acerca del cual poco podía decirse77​.
En el sigo XXI, la corriente del minimalismo bíblico, sobre todo las obras de Philip R. Davies, Niels Peter Lemche y el arqueólogo Israel Finkelstein, considera que todos los libros de la Biblia, especialmente la historia del Éxodo, la Conquista y los reinados de Saúl, David y Salomón, fueron compuestos en un período tardío (entre la conquista asiria y el dominio persa) sobre la base de viejas leyendas alteradas para legitimar las reformas religiosas de la época.7879
En cuanto a la época de Moisés, el problema se vincula al del Éxodo, para cuya datación existen diferentes hipótesis, pero ninguna prueba histórica que lo confirme:
  • En el siglo siglo xvi a. C., hacia el final la era de los hicsos, hipótesis que se relaciona con el relato de Manetón.
  • Alrededor del 1420 a. C., con las primeras incursiones de los habiru en Canaán. Richard Darlow lo identifica con el príncipe Ramose, quien es mencionado en documentos egipcios alrededor de la época de Hatshepsut80​.
  • Durante el siglo xiii a. C., pues el faraón durante la mayoría de ese tiempo fue Ramsés II, el cual se considera habitualmente que fue el faraón con el cual se tuvo que enfrentar Moisés –conocido como «el faraón del Éxodo» o «el faraón opresor»— de quien se dice haber obligado a los hebreos a construir las ciudades de Pithom y Ramesés. Estas ciudades se conocen por haber sido construidas bajo Seti I y Ramsés II, haciendo a su sucesor Merenptah el posible «faraón del éxodo». Sin embargo, en la estela de Merenptah del quinto año del citado faraón (1208 a. C.) se narra que «Israel está acabado, no queda ni la semilla».
  • Una hipótesis muy difundida en el siglo XX (hoy desacreditada por la investigación científica) afirmaba que Moisés era un noble de la corte del faraón Akenatón. Esta idea fue defendida por Sigmund Freud y, con variantes, por Joseph Campbell, quienes sugirieron que Moisés pudo haber abandonado Egipto tras la muerte de Akenatón (1358 a. C.), cuando las reformas monoteístas del faraón fueron rechazadas violentamente.81​ En conexión con esta ideal, las contemporáneas Cartas de Amarna,82​ escritas por los nobles para Akenatón, describen bandas asaltantes de habirus atacando territorios egipcios.83

Moisés en cine y televisión

Cine

Televisión

-Películas para TV:
  • 1959 - The Ten Commandments (EUA) [TV-Movie]87
  • 1995 - Moses /Moisés (EUA, Reino Unido, Francia, Italia, España, Alemania, Rep. Checa) [TV-Movie]88
  • 1997 - The Ten Commandments (EUA) [Video Animación]89
-TV-Series:
  • 1974-1975 - Moses the Lawgiver /Moisés (Reino Unido, Italia) [TV-Serie]90
  • 1978 - Grandes héroes de La Biblia: La historia de Moisés91
  • 2006 - The Ten Commandments /Los Diez Mandamientos (EUA) [TV-Serie]92
  • 2015-2016 - Os Dez Mandamentos /Moisés y Los Diez Mandamientos (Brasil) [TV-Serie]

Véase también

Referencias

  1.  
·  Rabí Yosef ben Halafta, Seder Olam Rabá, 160 E.C. Texto inicialmente incluido en el Talmud de Babilonia como "Seder Olam" (Shab. 88a; Yeb. 82b; Nazir 5a; Meg. 11b; Ab. Zarah 8b; Niddah 46b); publicado como Seder Olam Rabbah en Mantua en 1514 (Jewish Encyclopedia: Seder Olam Rabbah, consultado 3 de agosto de 2014). Se trata de una fuente rabínica en hebreo (סדר עולם רבה), provista de una extensa cronología. Desde un punto de vista científico, el historiador Michael Brenner indica que "la historia de Israel hasta comienzos del primer milenio anterior a la era cristiana nos es en gran parte desconocida" (Breve historia de los judíos [2008], Buenos Aires, 2012, p. 23), pero su colega Gabrielle Sed-Rajna ubica el Éxodo hacia 1250 a.E.C. y el establecimiento de los hebreos en Canaán hacia 1220 a.E.C. (L'abecedaire du Judaïsme, París: Flammarion, 2000, p. 116), fechas también sostenidas por la arqueóloga Sarah Kochav (Grandes Civilizaciones del Pasado: Israel, Barcelona: Folio, 2005, p. 26).
·  ·  Philip Wilkinson, Religions, Londres: Dorling Kidersley, 2008.
·  ·  Ben Halafta, Seder Olam Rabá, 160 E.C.; compatible también con los escritos de Sed-Rajna y Kochab.
·  ·  Martirologío Romano. p. 499.
·  ·  Denominacines de Moisés:
·  ·  En la tradición judía los mencionados textos son conocidos como "Los Cinco Libros de Moisés" y asimismo denominados "Torá" (Mercer Dictionary of the Bible, ed. Watson E. Mills y Roger Aubrey Bullard, Mercer University Press, 1990, p. 211, consultado 2 de agosto de 2014).
·  ·  El jeroglífico egipcio canónico expresa el término en cuestión recurriendo a la contracción del mismo; los nombres egipcios originales frecuentemente solían involucrar la contracción (Thomas Römer, "Moïse: un héros royal entre échec et divinisation", en: Interprétations de Moïse: Égypte, Judée, Grèce et Rome, Leiden-Boston: Brill, 2010, p. 189; y Christiane Desroches Noblecourt, Ramsès II, París: Pygmalion, 1996, p. 250).
·  ·  Thomas Römer, "Moïse: un héros royal entre échec et divinisation", en: Interprétations de Moïse: Égypte, Judée, Grèce et Rome, Leiden-Boston: Brill, 2010, p. 189. Así, por ejemplo, Ramsés significaba "engendrado por Ra" e involucraba una previa contracción del nombre egipcio original (Ra-mosé[s]); Christiane Desroches Noblecourt, Ramsès II, París: Pygmalion, 1996, p. 250.

Jeroglífico egipcio M-S-S correspondiente al nombre "Mosés".
·  ·  Simón Dubnow, Manual de la historia judía: desde los orígenes hasta nuestros días, Buenos Aires: Sigal, 1977, p. 26. "la hija del Faraón [...] lo educó como si fuera un hijo suyo, dándole el nombre de Moisés, que significa "salvado de las aguas".
·  ·  El nombre hebreo de Flavio Josefo era Yosef bar Mattityahu. La explicación dada por Josefo es consonante con las tradiciones del judaísmo y el sentido que se le da al nombre "Moisés" tanto en la literatura rabínica como en la tradición y exégesis cristianas. Estudios académicos indican que el nombre Moisés presenta similitudes con los vocablos coptos Mo (agua) e iuses (salvar o entregar); Gesenius, Lexicon, 1906: "מֹשֶׁה" (también Jones: Dictionary of Old Testament Proper Names).
·  ·  Como texto masorético, Moisés retoma la forma netamente activa proveniente de la Biblia hebrea; H.A.W.: Theological Wordbook of the Old Testament; T.O. Lambdin, Introduction to Biblical Hebrew, Nueva York: Charles Scribner's Sons, 1971. pp. 18-19.
·  ·  Dubnow, Historia judía, 1977, pp. 36-38.
·  ·  Según cálculos exegéticos se supone que Moisés murió en el año judío 2488, que equivale a 1272 a. C.
·  ·  Matthew George Easton, Illustrated Bible Dictionary, Londres y Nueva York: T. Nelson, 1897: "Moses". Amram había tomado por mujer a su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés; Amram vivió ciento treinta y siete años (Éxodo 6:20).
·  ·  Easton, Illustrated Bible Dictionary, 1897: "Moses".
·  ·  Génesis 46.
·  ·  Easton, Illustrated Bible Dictionary, 1897: "Moses"; "Moses", Jewish Encyclopedia, Nueva York, 1901-6; consultado 30 de julio de 2014; "Moses", Catholic Encyclopedia, Nueva York: Robert Appleton Company, 1913.
·  ·  . Flavio Josefo, como "Termutis" (Antigüedades judías, libro II, capítulo 9, párrafo 5).
·  ·  En principio, Moisés no sería faraón de Egipto dado que no era hijo natural de la princesa egipcia y, por otra parte, era el más joven de los dos príncipes egipcios (Flavio Josefo, Antigüedades judías, libro II, capítulo 8, párrafo 7).
·  ·  Según la tradición oral hebrea recopilada en la Mishná, cuando tenía tres años, Moisés estaba en cierta oportunidad sentado junto a la familia del faraón y sus ministros. Moisés bajó del regazo de Bitia, caminó hacia el faraón, tomó su corona y la colocó sobre su propia cabeza. El consejero del faraón exclamó que se trataba de una acción profética y que Moisés le arrebataría el trono. Por tal motivo, otro ministro sugirió llevar a cabo una prueba adicional: colocar enfrente del pequeño un diamante y un trozo de carbón ardiendo para observar la posible astucia del niño. Moisés no sólo agarró el carbón ardiente, sino que además se lo llevó a su boca, quemándose así los labios, la lengua y la cavidad bucal. Ello le dificultó desde entonces el habla (característica también mencionada luego en el texto bíblico, Éxodo 4:10). Por tal motivo, la tradición oral hebrea determina que el pueblo israelita, a sabiendas de la incapacidad de Moisés para la expresarse oralmente, comprendió que su líder solo podía dirigirse a ellos por la voluntad divina.
  • Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/e7/Mo%C3%AFse_enfant_foulant_aux_pieds_la_couronne_de_Pharaon_-_Nicolas_Poussin_-_Louvre.jpg/110px-Mo%C3%AFse_enfant_foulant_aux_pieds_la_couronne_de_Pharaon_-_Nicolas_Poussin_-_Louvre.jpg
Moisés pisa la corona del faraón. Nicolás Poussin, 1645. Louvre, París
  • Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/84/Orazio_de_Ferrari_-_The_Child_Moses_Throws_down_Pharaoh%27s_Crown_-_Google_Art_Project.jpg/110px-Orazio_de_Ferrari_-_The_Child_Moses_Throws_down_Pharaoh%27s_Crown_-_Google_Art_Project.jpg
Moisés hace caer la corona del faraón. Orazio de Ferrari, c. 1650. Museu Nacional d'Art, Cataluña
  • Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/6/66/Jan_Steen_%281626-1679%29%2C_Moses_and_Pharaoh%E2%80%99s_Crown%2C_c.1670.jpg/110px-Jan_Steen_%281626-1679%29%2C_Moses_and_Pharaoh%E2%80%99s_Crown%2C_c.1670.jpg
Moisés y la corona del faraón. Jan Steen, c. 1670. Mauritshuis, La Haya
  • Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/94/Mos%C3%A8_fanciullo_calpesta_la_corona_del_faraone_di_De_Ferrari_Gregorio.jpg/110px-Mos%C3%A8_fanciullo_calpesta_la_corona_del_faraone_di_De_Ferrari_Gregorio.jpg
Moisés y la corona del faraón. Obra centrada en la relación Moisés-Bitia. Gregorio del Ferrari, c. 1720. Colección Carige, Génova
  • Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/97/Diziani_Moses_trampling_the_crown.jpg/110px-Diziani_Moses_trampling_the_crown.jpg
Moisés pisa la corona del faraón. Gaspare Diziani, 1740-50. Museo Nacional, Varsovia
  • Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/0/09/Tempestini_Moses_Trampling_on_Pharaohs_Crown.jpg/110px-Tempestini_Moses_Trampling_on_Pharaohs_Crown.jpg
Moisés pisa la corona del faraón. Enrico Tempestini, 1846
·  ·  Moisés ocultó el cadáver del egipcio bajo la arena, suponiendo que nadie revelaría lo ocurrido. Mas al día siguiente, vio al joven que había salvado, quien ahora peleaba con su hermano. Moisés intentó separarlos, pero ambos hermanos, irritados por la intromisión de Moisés, lo delataron al faraón, por lo que Moisés se vio obligado a huir de Egipto (Éxodo 2:11-15; Jewish Encyclopedia: Moses).
·  ·  Éxodo 2:15-20. En una de sus exégesis, Najmánides señala que transcurrió un período considerablemente prolongado entre la partida de Moisés de Egipto y su llegada a Madián.
·  ·  Flavio Josefo, Antigüedades judías, libro II, capítulo 11, párrafo 2; Jewish Encyclopedia: Moses
·  ·  Dado que, según el relato bíblico, Moisés se sabía forastero en tierra ajena (Éxodo 2:22); Jewish Encyclopedia: Moses.
·  ·  Como motivo, la mano de Dios implica un modo anicónico de representar a Yahvéh.
·  ·  Hacia el siglo IV d.C. y durante la Edad Media, el monte Horeb fue identificado con el monte Sinaí.
·  ·  Éxodo 3:5-14.
·  ·  Las versiones cristianas de la Biblia suelen proveer tanto "El Señor" como el nombre "Jehová", es decir, Yahvéh (Éxodo 3:15); la Biblia Paralela llega a incluir el Tetragrámaton. Mas el texto bíblico hebreo que sigue la tradición israelita emplea Elohim (Dios de Dioses) y, cuando lo nombra, solo lo hace citando Sus palabras en Shemot 3:14, "אהיה אשר אהיה" (Ehyéh Asher Ehyéh—"Seré Quien Seré"). La Enciclopedia Judía sólo emplea "YHWH" (Jewish Encyclopedia: Moses).
·  ·  Éxodo 4:10.
·  ·  La Enciclopedia Judía indica que esta fue la primera vez que a los hebreos le fue revelado el nombre del Dios de Israel (Jewish Encyclopedia: Moses). La Biblia provee las señales que Moisés presentará a los israelitas en Éxodo 4:1-17.
·  ·  Las plagas sobre los egipcios son enumeradas en la Hagadá que los israelitas leen cuando celebran el Séder de Pésaj durante la Pascua judía.
·  ·  Según la Enciclopedia Judía, las plagas que cubrieron el país africano crearon tal pavor entre los egipcios que ellos mismos terminaron solicitándoles a los hebreos que se fueran (Jewish Encyclopedia: Moses).
·  ·  Éxodo 12:37.
·  ·  Éxodo 13:19: "Moisés tomó también consigo los huesos de José, el cual había hecho jurar a los hijos de Israel, diciéndoles: «Dios ciertamente os visitará, y entonces os llevaréis mis huesos de aquí con vosotros.»"
·  ·  En la imagen, Moisés hace brotar agua de la fuente en el monte Horeb. Aguafuerte y buril a partir de pintura homónima de Murillo preservada en el Hospital de la Caridad en Sevilla.
·  ·  Como indica Rashi ya en el siglo XI, el Mar Rojo es conocido en hebreo como Yam Suf (ים סוף), 'Mar de [los] Juncos'; Exégesis de Rashi sobre Éxodo 18.
·  ·  Simón Dubnow, Manual de la historia judía: desde los orígenes hasta nuestros días, Buenos Aires: Sigal, 5.ª edición, 1977, pp. 23-46.
·  ·  Salomón accedió al trono hacia el año 970 a.C.
·  ·  «Éxodo 12:37».
·  ·  Simón Dubnow, Manual de la Historia Judía, Buenos Aires: Sigal, 1977, pp. 34 y 673; Gabrielle Sed-Rajna, Abecedaire du Judaïsme, París: Flammarion, 2000, p. 116; Philip Wilkinson, Religiões (Religions, 2008), Río de Janeiro: Zahar, 2011, p. 62.
·  ·  H.W.F. Saggs, "Le monde juif d'avant l'Exil", en: Le monde du Judaïsme (The Jewish World, 1979), ed. Elie Kedourie, Londres y París: Thames & Hudson, 2003, p. 42. Análoga es la posición de Kenneth A. Kitchen (Rehabilitación del Antiguo Testamento, Michigan: William B. Eerdmans, 2003). El texto bíblico narra que "los hijos de Israel [...] edificaron para el faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés" (Éxodo 1: 6, 11).
·  ·  Gouache, c. 1896-1902, preservado y exhibido en el Jewish Museum, Nueva York.
·  ·  Simón Dubnow, Manual de la historia judía: desde los orígenes hasta nuestros días, Buenos Aires: Sigal, 1977.
·  ·  Aunque parezca existir una contradicción con Éxodo 20, el texto bíblico de este último pasaje indica simplemente que Dios habló dichas palabras a Moisés.
·  ·  En el monte Sinaí, Dios le encomendó a Moisés muchas otras leyes que enseñan cómo todo descendiente de Israel debe conducirse en la vida; Moisés posteriormente formuló y estableció dichas leyes y prescripciones en relación al culto y las observancias de conducta a cumplirse a diario (Dubnow, Manual de la historia judía, p. 28, donde se refiere específicamente al Pentateuco).
·  ·  Apis
·  ·  Apis, sagrado toro de los antiguos egipcios, era uno de sus tantos dioses y respondía a la noción de fertilidad en la mitología egipcia.
·  ·  Pintura exhibida en la Scuola di San Rocco, Venecia.
·  ·  Éxodo 32 26-28
·  ·  Israel Finkelstein and Neil Asher Silberman, The Bible Unearthed, Nueva York: Free Press, 2001 (traducido al español como "La Biblia desenterrada"); isbn 84-323-1124-3.
·  ·  Compilaciones cuya versión definitiva data de los siglos III y V d.C., respectivamente (Gabrielle Sed-Rajna, Abecedaire du Judaïsme, París: Flammarion, 2000, p. 116.
·  ·  Philip Wilkinson, Religions, Londres: Dorling Kindersley, 2008; traducción portuguesa de M.L. Borges: Religiões, Río de Janeiro: Zahar, 2011, p. 297.
·  ·  Judas
·  ·  Entre las secciónes figuran: los atributos de Moisés, sus profecías y milagros, la Torá, la relación entre Moisés y Faraón, la matanza del capataz egipcio, Midián, el viaje hacia la Tierra Prometida, incluyendo, entre otros, el diálogo entre Dios y Moisés y las características de los israelitas; existen además un punto de vista islámico respecto a Moisés, Versos Coránicos sobre Moisés, una Narración Detallada sobre Moisés y Aarón por Ibn Kathir.
·  ·  Según la tradición islámica, "Maqam El-Nabi Musa" se encuentra en el Desierto de Judea, a 11 kilómetros al sur de Jericó y a 20 kilómetros al este de Jerusalén; Israel and the Palestinian Territories, Londres: Penguin Books, 1998, p. 531; Amelia Thomas, Michael Kohn, Miriam Raphael y Dan Savery Raz, Israel & the Palestinian Territories, Lonely Planet, 2010, p. 319.
·  ·  Perfil de Nabi Musa, Jerusalem Media and Communications Center, 9 de febrero de 2007 (accedido 4 de julio de 2012).
·  ·  Ejemplo de ello es una estampa titulada Ej joven Moisés (Der junge Mose) realizada por Ephraim Moses Lilien para los Libros de la Biblia publicados en Alemania en 1908 (Dubnow, Historia judía, 1977, p. 27).
·  ·  En relación al rostro de Moisés la expresión keren or tiene lugar en tres versículos del Libro de Éxodo:
1. Éxodo 34:29 - וּמֹשֶׁ֣ה לֹֽא־יָדַ֗ע כִּ֥י קָרַ֛ן עֹ֥ור פָּנָ֖יו (y no sabía [Moisés] que la tez de su rostro resplandecía).
2. Éxodo 34:30 - וַיַּ֨רְא אַהֲרֹ֜ן וְכָל־בְּנֵ֤י יִשְׂרָאֵל֙ אֶת־מֹשֶׁ֔ה וְהִנֵּ֥ה קָרַ֖ן עֹ֣ור פָּנָ֑יו (Y miró Aarón y todos los hijos de Israel á Moisés, y he aquí la tez de su rostro era resplandeciente).
3. Éxodo 34:35 - וְרָא֤וּ בְנֵֽי־יִשְׂרָאֵל֙ אֶת־פְּנֵ֣י מֹשֶׁ֔ה כִּ֣י קָרַ֔ן עֹ֖ור פְּנֵ֣י מֹשֶׁ֑ה (Y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente).
·  ·  Éxodo 34:29-30 y 34:35 en la Vulgata:
29 "et ignorabat quod cornuta esset facies sua ex consortio sermonis Dei"
30 "videntes autem Aaron et filii Israhel cornutam Mosi faciem timuerunt prope accedere"
35 "qui videbant faciem egredientis Mosi esse cornutam sed operiebat rursus ille faciem suam si quando loquebatur ad eos"
Fuente consultada y citada: Biblia Sacra Vulgata.
·  ·  Presentando a Moisés como un santo con cuernos, problemática como imagen es un busto de madera policroma en la Iglesia de San Gergorio en Baden-Wurtemberg. Históricamente, situaciones análogas ya eran conocidas en el marco de la Iglesia (institución), siendo tanto o más problemáticas las imágenes de la Santísima Trinidad en términos de tres rostros agrupados en una misma cabeza, que en su momento también inquietaron profundamente a los creyentes católicos, pero continuaron siendo representadas como tal e intentando de ese modo dar expresión visual al Dogma de la Santísima Trinidad por lo menos hasta el siglo XVII.
  • Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/13/T%C3%BCbingen_Stiftskirche_Chorgest%C3%BChl_Mose_2013-08-31.jpg/120px-T%C3%BCbingen_Stiftskirche_Chorgest%C3%BChl_Mose_2013-08-31.jpg
Moisés con dos cuernos, siglo XV
  • Descripción: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/13/Trinity_by_Jeronimo_Cosida.jpg/83px-Trinity_by_Jeronimo_Cosida.jpg
Trinidad con tres rostros, c. 1570
La imagen del siglo XVI, Realizada por Jerónimo Cosida, fue realizada en tiempos del Renacimiento ya avanzado e incluye un diagrama del "Escudo de la Trinidad"; es preservada en el Monasterio de Santa María de la Caridad en Tulebras, Navarra, España; las características enunciadas reaparecen en la Trinidad ejecutada por Gregorio Vasquez de Arce y Ceballos en 1680, exhibida en el Museo Nacional de Colombia, Bogotá.
·  ·  En el siglo XII eventualmente se emplearon además imágenes donde un velo cubre la resplandecencia del rostro de Moisés (Brian Britt, "Concealment, Revelation, and Gender: The Veil of Moses in the Bible and in Christian Art", 2003; Cheryl Spinner: The Veiled Moses, consultado 20 de julio de 2014).
·  ·  Debido a que el rostro del Moisés de Miguel Ángel fue declaradamente inspirado por el aquél del principal representante de Dios en la tierra y vicario de Cristo dentro del marco de la Iglesia Católica, papa Julio II, difícilmente pueda nadie imputarle a Miguel Ángel, artista erudito, sensible y sobre todo profundamente creyente, el haber intentado representar a Moisés como si fuese el diablo. Basta con contemplar las épicas configuraciones que Miguel Ángel ha formulado subrayando la dignidad y el ejemplo de los profetas hebreos tanto a través del carácter monumental de sus figuras en el cielorraso de la Capilla Sixtina como en el ideal que hasta hoy constituye su David preservado en la Academia de Florencia, para dispar toda posible duda respecto a la integridad de aquél al quien sus compatriotas no por casualidad apodaban "divino" (Ludovico Ariosto, Orlando furioso, 1532, canto XXXIII, 2, 4: "Michel, più che mortale, Angel divino"; traducción: Miguel, más que mortal, Ángel divino).
·  ·  I. Finkelstein y N. A. Silberman, La Biblia desenterrada. Una nueva visión arqueológica del antiguo Israel y de los orígenes de sus textos sagrados, Siglo XXI España, Madrid, 2005
·  ·  Shmuel Safrai, Shemuel Safrai, M. Stern, (eds), "The Jewish people in the first century" (Van Gorcum Fortress Press, 1976) p.1113
·  ·  Richard J. Bernstein. Freud y el legado de Moisés. Siglo XXI, 2002
·  ·  Jan Assmann, "Moses the Egyptian: The Memory of Egypt in Western Monotheism" (First Harvard University Press, 1997)
·  ·  Kenneth Kitchen, On the Reliability of the Old Testament, Rev.ed. Wm. B. Eerdmans Publishing, 2003 pp.24 y siguientes.
·  ·  George W. Coats, Moses: Heroic Man, Man of God, A&C Black, 1988 pp.10ff (p.11 tesis de Albright; pp.29-30, tesis de Noth).
·  ·  J.K. Hoffmeier, 'The Egyptian Origins of Israel: Recent Developments in Historiography,' in Thomas E. Levy, Thomas Schneider, William H.C. Propp (eds.) Israel's Exodus in Transdisciplinary Perspective: Text, Archaeology, Culture, and Geoscience, Springer, 2015 pp.196-208 p.202.
·  ·  André, Paul (2012). Autrement, la Bible (en francés). Bayard. p. 104. ISBN 978-2-227-48356-9.
·  ·  Valentin Nikiprowetzky Moisés en Los Hombres de la Historia 38, CEAL, 1976.
·  ·  Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman La Biblia desenterrada: una nueva visión arqueológica del antiguo Israel y de los orígenes de sus textos sagrados.
·  ·  Richard Darlow Moses In Ancient Egypt & The Hidden Story Of The Bible Lulu.com, 2006
·  ·  Freud, Sigmund. Moisés y la religión monoteísta.
·  ·  Amarna es el nombre actual de la capital fundada por Akenatón, llamada Ajetatón.
·  ·  Joseph Campbell: Transformations of myth through time (pág. 87-90). Harper & Row.

Bibliografía

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  • Brenner, Michael. Breve historia de los judíos (Kleine jüdische Geschichte, 2008), Buenos Aires: La Marca, 2012.
  • Dubnow, Simón. Manual de la historia judía: desde los orígenes hasta nuestros días, Buenos Aires: Sigal, 1977.
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  • Kedourie, Elie, ed. Le monde du Judaïsme, Londres y París: Thames & Hudson, 2003.
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  • Roth, Cecil, ed. Jewish Art, Tel Aviv: Massadah, 1961.
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  • Sed-Rajna, Gabrielle. L'Abcedaire du Judaïsme, París: Flammarion, 2000.
  • Smilevitch, Éric. Histoire du judaïsme, París: Presses Universitaires de France, 2012.
  • Wilkinson, Philip. Religiões (Religions, 2008), Río de Janeiro: Zahar, 2011.

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